Comunidad universitaria demuestra su capacidad de respuesta en el Simulacro de Emergencia Nacional 2025 - Universidad Piloto de Colombia

El ejercicio, liderado por el Sistema de Comando de Incidentes y la Brigada de Emergencias, involucró a 497 participantes y evaluó la capacidad real de respuesta de la comunidad educativa ante un evento sísmico.

Liderazgo institucional garantiza la coordinación estratégica del simulacro

La Universidad reafirmó su compromiso con la seguridad con la realización del Simulacro de Emergencia Institucional 2025. La actividad fue coordinada por el Sistema de Comando de Incidentes (SCI), el Sistema de Gestión en Seguridad y Salud en el Trabajo, la Brigada de Emergencias y el acompañamiento de Prodesarrollo, con el apoyo técnico de la ARL AXA Colpatria. El ejercicio se desarrolló bajo el escenario de sismo con posible explosión y atención a personas heridas, lo que permitió evaluar la preparación de la comunidad académica ante una situación crítica.

Además, la jornada se destacó por la activa participación de estudiantes, docentes y colaboradores administrativos, quienes respondieron de forma ordenada y oportuna. En total, participaron 497 personas, distribuidas entre la Sede Principal y el Bloque D. La Sede Principal contó con la presencia de 138 mujeres y 268 hombres, mientras que el Bloque D registró la participación de 37 mujeres y 54 hombres. Desde las 06:30 a.m., se activaron las alarmas y los equipos de evacuación guiaron a los participantes hacia los puntos de encuentro establecidos, demostrando disciplina y compromiso institucional.

Participación masiva evidencia el compromiso de la comunidad educativa con la prevención

De igual forma, el liderazgo del Sistema de Comando de Incidentes fue determinante para garantizar la efectividad del simulacro. La ingeniera Lorena Judith Echavez actuó como Comandante del Incidente y dirigió la planeación y control de la operación, mientras que Diana María Ruiz cumplió el rol de Oficial de Enlace, asegurando la articulación entre brigadistas, coordinadores de evacuación y personal de apoyo. La rápida atención a los heridos simulados evidenció la capacidad de reacción de los equipos responsables.

Por otra parte, los tiempos de evacuación alcanzaron los estándares establecidos para este tipo de eventos y demostraron un avance significativo en los protocolos institucionales. En la sede principal, el traslado de la persona herida del bloque administrativo se realizó a los 06:38 a.m., y el retorno de la última persona ocurrió a las 06:49 a.m. En el Bloque D, el traslado se ejecutó a las 06:36 a.m., finalizando el proceso a las 06:46 a.m. El uso de pitos, megáfonos y señales auditivas facilitó una evacuación ordenada, confirmando la eficiencia de los mecanismos de alerta.

Finalmente, este ejercicio se consolidó como una estrategia esencial para promover la cultura de prevención y fortalecer la autoprotección en todos los miembros de la institución. La comunidad universitaria vivió una experiencia formativa que refuerza su compromiso con el bienestar colectivo y la gestión del riesgo. La universidad continuará desarrollando estas acciones para garantizar entornos seguros y preparados, reafirmando su liderazgo en prácticas de prevención y respuesta ante emergencias.

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